“Si no se hubiese sacado las retenciones al maíz, el margen para la campaña 18/19 sería negativo”

Introducción

En trabajos técnicos anteriores escribí que durante muchos años en nuestro país se incentivó mediante políticas erróneas la “sojización”.

Técnicamente para lograr un sistema agrícola sostenible en el tiempo se necesita dos premisas fundamentales: la rotación entre gramíneas y oleaginosas, y la incorporación de los nutrientes que utiliza el cultivo para lograr los rendimientos proyectados.

La rotación es fundamental no solo porque incorporamos mediante el rastrojo de las gramíneas mayor cantidad de Carbono – fundamental para la estructura del suelo- sino porque es una herramienta importante para el control de las malezas, fundamentalmente hoy ante el problema de las malezas resistentes al glifosato.

Lo interesante es que hace unos días la Oil World dio a conocer un informe de la intención de siembra de la próxima campaña en Argentina (Cuadro 1) donde podemos observar que la participación de las gramíneas en la siembra total será de un 50 %, cuando hace 5 años –campaña 13/14-  era de un 40 %. Más aún en la campaña 13/14 se sembraron tan solo 4,80 millones de hectáreas de maíz, cuando la proyección para la actual campaña es de 7 millones de hectáreas, un crecimiento del 47 %.

Cuadro 1

¿Por qué se siembra más maíz?

No hay duda que el principal factor fue las bajas de las retenciones del 20 % al maíz a fines del 2015 y las eliminaciones de los ROE que producían una distorsión en el mercado local de este cereal.

Esta realidad la podemos confirmar si hacemos una comparación de los márgenes del maíz para la campaña 18/19 (Cuadro 2), donde observaremos que el mismo es negativo si al precio de mayo de 2019 le volvemos a poner el 20 % de retenciones. En este caso el estudio está realizado en base a un campo en la zona núcleo a 200 km del puerto y con un alquiler de 12 qq/ha de soja.

Ni que hablar si se hubiese seguido con los ROE –muchos de ellos otorgados en forma subjetiva con claro sesgo clientelista-  donde algunos exportadores aprovechando esta herramienta dudosa pagaban mucho menos que el FAS teórico – es la capacidad de pago en base al resultado de restarle al FOB puerto argentino el 20 % de retenciones y 8 U$S/tn de gasto-  castigando al productor y haciendo grandes diferencias comerciales.

Cuadro 2: Márgenes del maíz si se hubiese dejado las retenciones vs realidad actual

Margen c/retencionesMargen s/retenciones
1.Costos directos (U$S/ha)498498
1.1 Labores (U$S/ha)8686
1.2 Semillas (U$S/ha)180180
1.3 Fertilizante (U$S/ha)130130
1.4 Herbicidas (U$S/ha)5959
1.5 Seguro(U$S/ha)2525
1.6 Asesoramiento (U$S/ha)1818
2. Costos indirectos (U$S/ha)309309
2.1 Cosecha (U$S/ha)9393
2.2 Comercialización (U$S/ha)5656
2.3 Transporte (U$S/ha)160160
3. Alquiler (U$S/ha)324324
Total Costos (U$S/ha)1.1311.131
tn/ha88
Precio Mayo 2019 (U$S/tn)136 (*)170
Ingreso1.0801.360
Margen Bruto (U$S/ha)-51229

(*) 20 % de retenciones. Fuente propia

Conclusiones.

La buena decisión de eliminar las retenciones al maíz posibilita que nuestro país pueda hacer una agricultura sostenible en el tiempo.

Hoy gracias a la eliminación de retenciones a todas las gramíneas, la participación de las mismas en la matriz productiva agrícola pasará del 40 % al 50 %. Siendo el maíz el de mayor crecimiento de superficie cultivada, con un aumento de siembra del 47 % en los últimos 5 años.

Si no se hubiese sacado las retenciones hoy el margen del maíz para la próxima campaña sería negativo.